domingo, 30 de noviembre de 2014

ALDEAROQUETA

Compartir en FB
Hola a tod@s!!!

Hoy no puedo hacer otra cosa que contaros que tal ha ido mi fin de semana....

Hace unas semanas una de mis recetas quedó ganadora en uno de los concursos gastronómicos que organiza la web Demos la vuelta al día y a la que os invito a entrar sin lugar a duda.

El premio consistía en una escapada gastronómica para dos en uno de los hoteles con encanto que tiene la web Rusticae y que también os invito a visitar porque tienen hoteles rurales en cada rincón y no sólo de España.

Al final, nosotros elegimos un hotel rural en Castellón, cerca de Culla, Aldearoqueta, una aldea de agricultores y ganaderos abandonada hace muchos años que han restaurado convirtiendo cada antigua casa en cada una de las habitaciones del hotel.



El hotel es un complejo precioso, decorado con gusto, el paraje es espectacular. Ideal si buscas desconectar porque las habitaciones no tienen televisión y casi no hay cobertura, eso si, cuenta con un par de salas; una biblioteca con libros, revistas, anuarios... y otra sala de estar con juegos, un billar, tocadiscos y una chimenea acogedora para pasar el rato.


A nosotros nos tocó la habitación del mirador, una suite muy acogedora, con dos zonas diferenciadas, la zona del dormitorio con una cama más que amplia y cómoda y otra zona con sofá, sillón y mesa frente a un ventanal, para disfrutar de las vistas. 




La verdad es que el tiempo nos jugó una mala pasada y no paró de llover en todo el fin de semana pero, pudimos escaparnos a ver Culla, un pueblo a media hora de camino, con un casco antiguo de piedra muy bien conservado y con una ruta señalizada para conocer su historia.


Cenamos en el restaurante del hotel del cual solo conocíamos que comparten la filosofía slow food o kilómetro 0 lo cual estando en una zona tan rica en producto, sonaba interesante. Tienen un comedor muy acogedor, acorde con las demás estancias. He de decir que la cena superó con creces nuestras expectativas, nos encontramos una cocina sin altas pretensiones pero con un producto de alta calidad y cocinado de manera más que correcta. El menú consistió en un entrante y un primer plato, un segundo plato y postre a elegir entre:

ENTRANTE
Saquito de blanco y negro.
PRIMER PLATO:
Ensalada de pollo y champiñones con vinagreta de tomate seco.
Crema de calabaza y zanahoria con crujiente de sus pepitas y reducción de merlot.
Raviolis de robellones y bacon con salsa gorgonzola.
SEGUNDO PLATO:
Bacalao gratinado con ajos tiernos caramelizados con patatas a lo pobre.
Costilla de ibérico confitada con salsa de su propio jugo y guarnición de temporada.
Conejo de corral confitado con salda de su propio jugo y guarnición de temporada.



El saquito de negro y blanco (morcilla y longaniza) estaba bueno, buen embutido de la zona y quizás le faltase una salsa de acompañamiento pero como entrante no defrauda.

Nosotros elegimos de primero la ensalada y la crema. La ensalada, sencilla pero gustosa se notaban los productos frescos, el pollo muy bien aromatizado con especias y la vinagreta de tomates secos sorprendente, pero para sorpresa, la crema, exquisita! con un sabor de impresión, el toque del crujiente de pipas de calabaza le daban un gusto diferente a la crema. De segundo optamos por probar el bacalao, simplemente perfecto, cocinado en su punto, solo hacia falta ver la facilidad con la que podías separar las lascas para saber que iba a ser un éxito, gratinado de ali-oli y guarnición acorde con el bacalao. También probamos la costilla de ibérico, una costilla asada muy sabrosa, no hacía falta cuchillo para partirla, muy tierna, la presentación de la guarnición un poco anticuada, por poner un pero. 


Para finalizar, extensa carta de postres, todos caseros a elegir, brownies, helados, bizcochos... Nosotros probamos la tarta de queso de Catí y la Mouse de tres chocolates, muy muy buenos los dos.


No puedo sino felicitar a su cocinera Vicenta, además proveedora de los productos de huerta que luego cocina.

Mención especial requiere el desayuno buffet. Tienen una amplia gama de embutidos y quesos de la zona,  así como de mermeladas caseras y panes de distintos tipos. Muy currado!
Destaco y porque me encanta, el cuenco de tomate triturado y aceite preparado que disponen en cada mesa. A veces, estas cosas tan sencillas, nos hacen darnos cuenta de la importancia de tener un buen producto y qué difícil es encontrar productos de sabor tan puro fuera de la zona rural.


Mi experiencia en Aldearoqueta, ha sido perfecta. Tanto el gerente, como Aitor y demás personal del hotel fueron muy amables en todo momento. 

Si alguna vez teneis la ocasión de parar por aquí seguro que no os defrauda como a nosotros.

Volveremos, pero eso sí, un día en que la lluvia nos de tregua...

Gracias a Demos la vuelta al día, porque ha sido un fin de semana perfecto.

Y gracias a ti por leer!!!

J.M.






No hay comentarios:

Publicar un comentario